La labradorita alinea el cuerpo físico y espiritual, estimula la intuición y los dones psíquicos. Psicológicamente disipa miedos e inseguridades. Fortalece la fe en el yo y la confianza en el universo. Calma la mente hiperactiva y energiza la imaginación, aporta también contemplación e introspección.
¡Llevá la tuya y benefíciate de todas sus propiedades!